MEMORIAS DE DOÑANA.
ACROÁTICA nº 32.
23 de septiembre del 2016.
Estimado lector/a:
Las gravísimas agresiones sobre Doñana han
llegado a un límite absolutamente inadmisible, reflejo de la situación de este
atípico país.
1) El descabellado gigaalmacén de gas subterráneo, en
una zona de altísimo valor ecológico, muy poblada y para colmo con alta
densidad turística por El Rocío y Matalascañas, es una sinrazón sólo
justificable por el predominio del interés macrocapitalista sobre la calidad de
vida de sus ciudadanos.
2) Las masivas e ilegales extracciones de agua del
acuífero de Doñana es otra macroagresión a las marismas de este humedal
protegido que vengo denunciando desde hace décadas en el Patronato, en todos los
medios, y ante organismos internacionales. En este caso prevalece la política sobre
el Estado de Derecho.
3) La paralización injustificable del esencial y vital
Proyecto Doñana 2005, aprobado por Ley de Las Cortes, y concretamente la
recuperación integral de la cuenca del Guadiamar, lo que supondría ganar para
Doñana miles de hectáreas de un río y un caño privatizados ilegalmente en su
mayor parte es otra agresión menos conocida. De nuevo el Estado de Derecho
queda suspendido por intereses diversos no públicos precisamente.
4) Y, finalmente, se ha de recordar la necesidad de
desechar y cerrar definitivamente el muy impactante y desarrollista proyecto de
dragado del Guadalquivir e impedir la
apertura de la mina de Aznalcóllar, máxime cuando aún están pendientes de
realizarse diversas medidas de seguridad en las balsas, los residuos que
quedaron y la descontaminación real de los ríos del Guadiamar y Agrio, todo lo
cual fue aprobado en su día por el Patronato de Doñana y organismos de la
Administración central.
Sobre todos estos más que graves
problemas, inconcebibles en un Estado de Derecho, democrático, ético y europeo,
podrán encontrar amplísima información en mis Memorias de Doñana, ya
sea en los relatos de los Plenos del Patronato, en artículos míos reproducidos,
en informes varios transcritos, etc.
Dada la pasividad de todos los Partidos Políticos que no acaban de implicarse a fondo y de raíz en la
defensa de las kafkianas agresiones a esta auténtica catedral de nuestra
naturaleza, el Club de Doñana, el
cual coordino, va a presentar nuevas quejas y denuncias ante Patrimonio de la
Humanidad, UNESCO, Convenio de Ramsar, Consejo de Europa, Unión Europea y el
Defensor del Pueblo europeo.
Finalizo agradeciendo a los casi 5.000
lectores únicos, de 44 países, la lectura de las 3.000 páginas que llevo ya
escritas y publicadas en este e-libro.
Me despido recordando la memorable
frase del Premio Nobel Konrad Lorenz: “El eslabón
entre los monos y los hombres… somos
nosotros.”
Como siempre, mi más cordial
saludo. Jesús de Vozmediano.